jueves, 12 de julio de 2012

31 Días con San Ignacio - 7 de Julio - Las Dos Banderas

31 Días con San Ignacio

Bienvenido a 31 Días con San Ignacio, una celebración de un mes de duración de Espiritualidad Ignaciana. En honor de la fiesta de San Ignacio de Loyola el 31 de Julio, ofreceremos una selección de artículos, Blogs y videos para ayudarte a explorar las riquezas de la Espiritualidad Ignaciana.







Extraído de “Tomando Decisiones en Cristo”


Jesús contrastó su método con las actitudes del mundo muy enfáticamente: "El que no está conmigo, está contra mí" (Lucas 11:23). El maestro Ignacio nos ayuda a aplicar esto en una meditación clave en los llamados Ejercicios Espirituales ", una meditación sobre las Dos Banderas", o sobre los dos  "estandartes".


Estoy  con Jesús o con las actitudes del mundo
... Todos los discípulos tenemos que elegir dónde vamos a estar -con Jesús o con el mundo. Sin importar que tipo de vida el Espíritu nos ha deparado, una vez que somos bautizados y confirmados, estamos llamados a estar al lado de Jesús bajo su bandera.
Comenzamos a movernos bajo el estandarte de Jesús cuando nos unimos a él con la convicción viva de que todo lo que tenemos y somos es don de Dios. Así tengamos mucho o poco, decimos con gratitud: "Mira todo lo que Dios me ha dado."

Entonces el camino se abre a través del humo de la auto-satisfacción y aprobación de los demás.

La expresión "¿Cómo puedo ayudar?" Se convierte en una preocupación diaria. Y a través de una vida de amor y servicio, el Espíritu nos lleva a vivir tan mansa y humildemente como el Señor vivió, así seamos una famosa bailarina o un programador de computadoras anónimo.


El camino que toma el mundo difiere por completo. Para empezar tienes que conseguir tanta riqueza como puedas. Tú dices: "Mira todas esas cosas que yo tengo."

Pero cuando el camino del mundo se abre ante tí, cambias tu enfoque, diciendo: "¡Mírame con todo esto." Como los que te rodean se vuelven más reverentes, empiezas a decir: "Mírame".

Te convences de que eres el centro del mundo.
Puede que esta actitud no contenga pecado, pero sin embargo, es sólo cuestión de tiempo.

Tres formas de complicidad con el estandarte del mundo
Incluso sin necesidad de suscribirse a las teorías del subconsciente, podemos ver que el estandarte del mundo, invita a los discípulos de Cristo como invita a cualquier otra persona. En cierto modo, incluso después de haber tomado una decisión solemne de toda la vida para seguir normas de Cristo, tenemos que purificar nuestra vida cotidiana de complicidades con el estandarte o bandera del mundo. La connivencia se presenta en tres formas.
En primer lugar, hay un secularismo benigno. Ciertamente, hay personas que no conocen a Jesucristo que llevan una vida muy buena. Pero incluso los bautizados puedan vivir de una manera benigna secular. Nos unimos a los movimientos cívicos y de ayuda a los necesitados, porque eso es lo que nuestros vecinos hacen. Somos buenos para nuestras familias y honestos en el trabajo. No hay un daño inmediato de esta manera, pero tampoco hay nada más que un espíritu laico, aun hay personas que hoy en día llaman a esto espiritualidad.
La segunda forma de connivencia, visto sobre todo en el primer mundo rico, es la búsqueda del placer. Estamos rodeados de personas que viven lo que San Pablo describe como el camino de la carne. Aquellos que siguen este camino son el blanco de la publicidad, ellos necesitan tener todo lo que los demás tienen en estos momentos. Su lado menos encantador manifiesta la auto-indulgencia, la lujuria, la envidia, todo visto como aceptables entre las costumbres sociales. La carne tiene sus propias leyes, y aquellos que siguen de esta manera fácilmente obedecerán esas leyes en pecado.
Por último, existe la complicidad de sucumbir a la oscuridad. Repasemos el informe en el que detalla que un adulto obligó a una niña de doce años de edad, a matar a otro y luego beber un poco de su sangre. El mal es evidente. Pero la mayoría de las obras de la oscuridad no se manifiestan. El odio, la venganza, la violencia, los hábitos auto-destructivos, éstos florecen en los rincones oscuros del ser humano pecador.
En lo mas profundo de tu corazón, es posible que detestes la oscuridad y saltes a la luz inmediatamente. Pero en la vida diaria, te encontrarás en el penumbra de un laicado benigno o en los habitos de la carne una y otra vez. Va a encontrar la seguridad en el estandarte de Cristo sólo si comienza sobre todo con firmeza, agradeciendo a Dios y seguir examinando lo que está haciendo y por qué lo estás haciendo.
Extracto de la Toma de Decisiones en Cristo por Joseph A. Tetlow, SJ.




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