domingo, 28 de julio de 2013

El Camino Ignaciano

El Camino Ignaciano

El Camino Ignaciano es, ante todo, una invitación a cada uno de nosotros a descubrir en la historia de Iñigo las leyes permanentes de todo camino y progreso espiritual. En verdad, al leer la Autobiografía uno se siente llamado a hacer suyo este camino interior. Y es sin duda, algo bien importante y que nos merecemos. Que al leerla meditadamente, podamos interiorizar de veras el mundo interior al que todos estamos llamados y que cada día nos es más familiar. Al estilo ignaciano, por supuesto, pues es el objetivo de nuestro esfuerzo.

Tomemos brevemente algunos de los ejes temáticos que atraviesan a todo el relato del Peregrino.

1.     El primero es, sin duda, el “peregrinar” ignaciano. El contenido de esta palabra está lleno de profundas dimensiones espirituales. Ignacio al llamarse a sí mismo como “el peregrino” le da a la palabra un sentido único que refleja enteramente su vida.

1.1    Movilidad incluso física aparte de la disponibilidad interior para el Constituciones una frase muy típica ignaciana: “nuestra vocación es para discurrir y hacer vida en cualquier parte del mundo donde se espera más servicio de Dios y ayuda de las ánimas”[1]
1.2    La búsqueda continua de por dónde lo quería llevar y guiar el Señor. En el n. 50 de la Autobiografía nos dice que “después que el dicho peregrino entendió que era voluntad de Dios que no estuviese en Jerusalén, siempre vino consigo pensando qué haría”[2]. Es una movilidad interior, una apertura al cambio, el principio fundamental para el discernimiento espiritual… qué quiere Dios de mí, parece ser la consigna ignaciana para cada uno de nosotros, en todas las etapas de nuestra vida. Y buscar esa voluntad de Dios, discernirla, asumirla y vivirla… esta búsqueda será el eje de los Ejercicios Espirituales: “para buscar y hallar la voluntad divina” (EE. n.1). y culmina su relato afirmando, en definitiva, que no deja de buscar porque se trata de una búsqueda continua de Dios (n. 99).
1.3    El nuevo estilo de vida es también, para Ignacio, un cambiar los vestidos de gentilhombre por el saco y bordón del peregrino. Significaba el vestirse de las armas de Cristo. Inicia así un nuevo camino: pedir limosna, ir a pie, comer y vestir pobremente, incomodidad e inseguridad continuas, humillaciones[3]… pero, sobre todo, libertad de espíritu, abandono y plena confianza en Dios. “Toda su cosa, nos dice, era tener a solo Dios por refugio” (n.35, 36, 44). Años después, formulará así para sus compañeros este estilo de vida: “porque se pueda avezar a mal comer y mal dormir… dejando toda su esperanza que podría tener en dineros o en otras cosas criadas, la ponga enteramente, con verdadera fe y amor intenso, en su Criador y Señor”[4].
1.4    El buscar y hallar a Dios en todas las cosas. Ignacio lo que buscaba era hallar a Dios en todo en una dinámica de ir de las cosas a El y de Dios a la realidad diaria del mundo. Ya en sus años maduros Ignacio es el hombre de la “facilidad para encontrar a Dios” (n.99) hasta el punto de “siempre y a cualquier hora que quería hallar a Dios lo hallaba” (ibíd). Estamos en el nivel más profundo y más alto de la espiritualidad y de la mística ignacianas. Hasta allí nos ha llevado el peregrinar… Por esto, podemos decir que Ignacio de Loyola es por excelencia el peregrino de Dios!


2.     Una lectura meditada y saboreada, sintiendo y gustando internamente, como Ignacio nos pide en los Ejercicios, de la Autobiografía será la propuesta para estos próximos días. En nuestro siguiente encuentro retomaremos los ejes temáticos que ahora les quiero sugerir como claves de lectura. Seguramente habrá otros que todos hallaremos en la lectura pausada y personal. Estos que sugiero, nos ayudarán a conocer el alma del Peregrino y aquel camino interior que le llevó a vivir para la Mayor Gloria de Dios.

Veamos algunos de ellos:



2.1    Ignacio es guiado a pasar de las hazañas del caballero al servicio de Jesucristo, el Rey Eternal. La transformación de Iñigo se desarrolla a partir de un temperamento orientado hacia la gloria y grandeza humana; el cambio espiritual, realizado bajo la acción del Espíritu, le conduce a vivir bajo la mirada de Dios y buscar siempre su voluntad. El conocimiento, amor y servicio a Jesucristo le van atrayendo cada día más hasta convertirse en la pasión de su vida y el horizonte definitivo de su existencia.
2.2    Ignacio pasa de hacer y desear hacer obras grandes exteriores a “agradar y placer a Dios y servirle en todo lo que conociese” (n.14). “Toda su intención, nos dice, era hacer destas obras grandes exteriores, porque así las habían hecho los santos para gloria de Dios, sin mirar otra ninguna más particular circunstancia” (n.14). Dios, como un buen maestro de escuela (n.27) le conduce hacia adelante. Después en Iñigo se va desarrollando un proceso de personalización y de libertad en la manera de vivir el cristianismo. Es un tránsito de lo exterior a lo interior que hacen de Ignacio un verdadero maestro del hombre interior.
2.3    Ignacio pasa de un amor inmaduro a un amor discreto, o sea un amor con discernimiento. Manresa marcará definitivamente su vida. El discernimiento espiritual será el instrumento clave para orientar su vida y poder buscar y hallar la voluntad de Dios en todas las cosas de su vida. El amor se concreta en el discernimiento con una claridad extraordinaria. El relato del Peregrino es una verdadera lección de discernimiento. Manresa le dará los ojos nuevos para mirar al mundo, a la vida, a Dios… El discernimiento comunitario le ayudará a él y a sus compañeros a decidir el futuro de la nueva orden religiosa… (nos. 85, 95-96, 23…).
2.4    Ignacio pasa del aislamiento de la conversión interior al compartir con un grupo de compañeros sus ideales de amor y servicio a Jesucristo (nos. 71,82,85…). El poder ayudar a los demás (28) le implicará buscar un grupo que comparta sus ideales y juntos puedan buscar la Mayor Gloria de Dios. Aspectos definitivos como la comunicación, la ayuda a los demás y el asumir al mundo, serán esenciales a su estilo de vida cristiano. El Cardoner iluminará su vida con los ojos nuevos que indicábamos y que le permitirán a Ignacio “hallar a Dios en todas las cosas” …
2.5    Finalmente, consideremos a Ignacio que pasa de discípulo a maestro. Mientras Ignacio hace camino con la guía de Dios, él mismo se irá convirtiendo en guía de los demás. Los Ejercicios Espirituales, el acompañamiento a sus primeros compañeros, las Constituciones y el tiempo en que estuvo gobernando la Compañía como General, son la expresión más clara del Ignacio maestro. El don de una vida nueva que Dios le ha dado a Ignacio se ha convertido en don de Dios a los demás. ¿Puede darse una meta más grande para un peregrino de Dios ?

El relato del Peregrino es un verdadero proceso de aprendizaje para todos nosotros. Es una invitación a entrar de lleno en una lectura personal, meditada, contemplada de alguien que ha ido marcando sin duda nuestras vidas. Es lograr una acogida orante de este testamento ignaciano, como lo llamaron los primeros compañeros.

DOS ORIENTACIONES FINALES

Podemos hacer la lectura de la Autobiografía teniendo en mente no sólo todo lo indicado anteriormente sino con dos actitudes a modo de la “composición de lugar” ignaciana, como si presentes nos hallásemos, según nos dice en los Ejercicios.

1.     Una lectura desde Ignacio mismo: ¿qué hace? ¿cómo manifiesta su estado de ánimo espiritual? ¿qué le ocurre y cómo reacciona?
2.     Una lectura desde mi propia experiencia: ¿qué puede significar para mi vida personal esta peregrinación espiritual de Ignacio de Loyola?

A todos nos surgirán muchas otras preguntas e interrogantes durante nuestra lectura. En el próximo encuentro los analizaremos y compartiremos. Estamos en presencia de un documento frontal, de hondas consecuencias para nuestra vida personal y para disponernos, con palabras de Ignacio, para nuestra labor educativa y pedagógica.

IGNACIO, EL PEREGRINO
Guía para la lectura de la Autobiografía
Carlos Vásquez S.I.

______________________________________
[1]  Cfr. Constituciones, n.304 . Ver la Autobiografía nos. 79, 95; 50, 56, 73…
[2] Cfr. Autobiografía, nos. 12, 50, 54, 63, 71
[3] Cfr. ibíd., nos. 19, 35-36, 38-39, 42, 51, 53, 56-57, 76, 87, 91 94 (pedir limosna); nos. 18,35,38-42,44-45,50-54,63-64,71-73,76,79,81,85,90-91,94-96 (ir a pie). Nos. 18-19,24,40,51,59,79,81,94 (comer y vestir pobremente). Números. 51,53,56,81 (humillaciones). Números. 41-43,49,51,72,74,79,81,87-88,90-91,94-94 (inseguridad e incomodidades). 
[4] Constituciones, n. 67


Semillas del Reino


31 Días con San Ignacio

Bienvenido a 31 Días con San Ignacio, una celebración de un mes de duración de Espiritualidad Ignaciana. En honor de la fiesta de San Ignacio de Loyola el 31 de Julio, ofreceremos una selección de artículos, Blogs y videos para ayudarte a explorar las riquezas de la Espiritualidad Ignaciana.  





SEMILLA DEL REINO  

“Mi voluntad es de conquistar todo el mundo y todos los enemigos, y así entrar en la gloria de  mi  padre;  por  tanto  quien  quisiere  venir  conmigo  ha  de  trabajar  conmigo,  porque, siguiéndome en la pena, también me siga en la gloria” (EE.EE. 95) 

¿Cómo se arriesgará  
a sembrar el campesino 
sin ver ya todo el trigal 
en el puño apretado 
lleno de semillas? 

¿Cómo mirar la tierra 
con ojos de esperanza 
sin ver ya el bosque 
en las semillas aladas 
de roble llevadas  
por el viento? 

¿Cómo soñará 
la joven pareja 
sin sentir 
ya en el embrión 
todas las risas 
y los juegos 
de los hijos? 

¿Cómo entregarse 
por lo pequeño, 
sin ver con ojos nuevos 
la utopía del reino 
en el brote germinal 
que apenas rompe 
la cáscara del miedo? 



Una ayuda para la experiencia de los Ejercicios Espirituales 

Benjamín González Buelta S.J. 

miércoles, 24 de julio de 2013

Sentir con la Iglesia

Una experiencia de Dios vivida en la Iglesia

“ Considerar el como trabaja Dios y obra para mi en todas las cosas creadas sobre la faz de la tierra, es decir, como Dios se comporta a la manera de alguien que trabaja y a partir de esto, reflexionar en mi mismo, considerando que de mi parte, debo ofrecer y dar con toda equidad y justicia a su divina majestad”…
Con estas frases extraídas de la contemplación para llegar al amor, se clausuran los Ejercicios propuestos en retiro por Ignacio. Son frases que pudieran parecer enigmáticas cuando las extraemos de su contexto pero nos ayudan a percibir las pulsaciones que rigen a toda la Espiritualidad Ignaciana: 
En primer lugar, mirar todo lo que Dios ha hecho, hace y hará para mi y luego, preguntarme a mi mismo, qué debo yo hacer, libremente, por amor.

La experiencia de Dios, propuesta por la Espiritualidad Ignaciana es también una experiencia que se realiza en la iglesia. Esta experiencia toca a la vitalidad del pueblo de Dios, al vigor de su deseo de dar a conocer el Evangelio. Todos estamos invitados a reconocer que es un mismo espíritu el que actúa a la vez, dentro de la iglesia y dentro de la experiencia personal, que actúa al mismo tiempo en la tradición y en la renovación del espíritu. 
Aquel que sigue la senda que Cristo abrió, no dejará de poner a prueba sus decisiones, de confrontarlas con los demás para luego darse cuenta que esta saliendo de la ceguera inherente a sus puntos de vista tan estrechos


Red Apostólica Ignaciana de Monterrey

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La historia de San Ignacio de Loyola para Niños

La historia de San Ignacio de Loyola para Niños

martes, 23 de julio de 2013

Las Dos Banderas - Tomando Decisiones.

31 Días con San Ignacio


Extraído de “Tomando Decisiones en Cristo”


Jesús contrastó su método con las actitudes del mundo muy enfáticamente: "El que no está conmigo, está contra mí" (Lucas 11:23). El maestro Ignacio nos ayuda a aplicar esto en una meditación clave en los llamados Ejercicios Espirituales ", una meditación sobre las Dos Banderas", o sobre los dos  "estandartes".


Estoy  con Jesús o con las actitudes del mundo
... Todos los discípulos tenemos que elegir dónde vamos a estar -con Jesús o con el mundo. Sin importar que tipo de vida el Espíritu nos ha deparado, una vez que somos bautizados y confirmados, estamos llamados a estar al lado de Jesús bajo su bandera.
Comenzamos a movernos bajo el estandarte de Jesús cuando nos unimos a él con la convicción viva de que todo lo que tenemos y somos es don de Dios. Así tengamos mucho o poco, decimos con gratitud: "Mira todo lo que Dios me ha dado."

Entonces el camino se abre a través del humo de la auto-satisfacción y aprobación de los demás.

La expresión "¿Cómo puedo ayudar?" Se convierte en una preocupación diaria. Y a través de una vida de amor y servicio, el Espíritu nos lleva a vivir tan mansa y humildemente como el Señor vivió, así seamos una famosa bailarina o un programador de computadoras anónimo.


El camino que toma el mundo difiere por completo. Para empezar tienes que conseguir tanta riqueza como puedas. Tú dices: "Mira todas esas cosas que yo tengo."

Pero cuando el camino del mundo se abre ante tí, cambias tu enfoque, diciendo: "¡Mírame con todo esto." Como los que te rodean se vuelven más reverentes, empiezas a decir: "Mírame".

Te convences de que eres el centro del mundo.

Puede que esta actitud no contenga pecado, pero sin embargo, es sólo cuestión de tiempo.

Tres formas de complicidad con el estandarte del mundo
Incluso sin necesidad de suscribirse a las teorías del subconsciente, podemos ver que el estandarte del mundo, invita a los discípulos de Cristo como invita a cualquier otra persona. En cierto modo, incluso después de haber tomado una decisión solemne de toda la vida para seguir normas de Cristo, tenemos que purificar nuestra vida cotidiana de complicidades con el estandarte o bandera del mundo. La connivencia se presenta en tres formas.
En primer lugar, hay un secularismo benigno. Ciertamente, hay personas que no conocen a Jesucristo que llevan una vida muy buena. Pero incluso los bautizados puedan vivir de una manera benigna secular. Nos unimos a los movimientos cívicos y de ayuda a los necesitados, porque eso es lo que nuestros vecinos hacen. Somos buenos para nuestras familias y honestos en el trabajo. No hay un daño inmediato de esta manera, pero tampoco hay nada más que un espíritu laico, aun hay personas que hoy en día llaman a esto espiritualidad.
La segunda forma de connivencia, visto sobre todo en el primer mundo rico, es la búsqueda del placer. Estamos rodeados de personas que viven lo que San Pablo describe como el camino de la carne. Aquellos que siguen este camino son el blanco de la publicidad, ellos necesitan tener todo lo que los demás tienen en estos momentos. Su lado menos encantador manifiesta la auto-indulgencia, la lujuria, la envidia, todo visto como aceptables entre las costumbres sociales. La carne tiene sus propias leyes, y aquellos que siguen de esta manera fácilmente obedecerán esas leyes en pecado.
Por último, existe la complicidad de sucumbir a la oscuridad. Repasemos el informe en el que detalla que un adulto obligó a una niña de doce años de edad, a matar a otro y luego beber un poco de su sangre. El mal es evidente. Pero la mayoría de las obras de la oscuridad no se manifiestan. El odio, la venganza, la violencia, los hábitos auto-destructivos, éstos florecen en los rincones oscuros del ser humano pecador.
En lo mas profundo de tu corazón, es posible que detestes la oscuridad y saltes a la luz inmediatamente. Pero en la vida diaria, te encontrarás en el penumbra de un laicado benigno o en los habitos de la carne una y otra vez. Va a encontrar la seguridad en el estandarte de Cristo sólo si comienza sobre todo con firmeza, agradeciendo a Dios y seguir examinando lo que está haciendo y por qué lo estás haciendo.


Extracto de la Toma de Decisiones en Cristo por Joseph A. Tetlow, SJ.

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lunes, 22 de julio de 2013

Mejor aun que tu mejor versión?

Mejor aun que tu mejor versión?


by Jim Manney
 
Magis es uno más de los misteriosos términos ignacianos. Es una palabra Latina que significa, "lo más grande, lo excelente, lo mejor". Está asociado con la inquietud y el esfuerzo de hacer siempre lo mejor, de comenzar un proyecto más grande, de preparar metas más ambiciosas. Alguas veces encuentro la noción de Magis, bastante inspiradora. A menudo la encuentro intimidante.
La idea de Magis viene de la meditación de la Llamada del Rey en los Ejercicios Espirituales. Ignacio nos propone imaginar a Cristo como un Rey llamándonos a unirnos en su trabajo para salvar y sanar el mundo. Quién no respondería urgentemente a esta llamada? Tiene mucho sentido el apuntarse a una misión así. "Todos aquellos que tengan buen juicio y capacidad de raciocinio se ofrecerán  a sí mismos con todo su corazón hacia esta labor" comenta Ignacio.
Pero Ignacio nos insta a considerar algo más: a "ir más lejos", a hacer ofrecimientos de mayor valor". Se nos pide servir al Rey con algo más que el servicio incondicional. Como es esto posible?
Realmente no es imposible. Pienso que Ignacio esta elevando la posibilidad de un servicio más que incondicional como una invitación personal. El nos lo está proponiendo para que lo consideremos. Hay más que compromiso personal a Cristo con inquietud de primer grado. Que puedes imaginar que nos podría motivar a hacer más que lo mejor que nos sale? Es una pregunta que nos toca responder a cada uno. Es una pregunta que solo podemos responder a medida que nos acercamos al Rey.


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domingo, 21 de julio de 2013

La Gracia de la Indiferencia

La Gracia de la Indiferencia

por Becky Eldredge

La gracia de la indiferencia o del desapego es a menudo lo que esperamos como fruto de la oración. Es el lugar en el que hemos consagrado a Dios el resultado de nuestras esperanzas, temores y preocupaciones y confiamos en Dios lo suficiente para que, sin importar lo que suceda, la gracia de Dios será suficiente para mí.

El desapego no siempre es un regalo que al principio nos gusta recibir en la oración. Intelectualmente, yo entiendo que el desapego o la indiferencia pueden ser un fruto de la oración. Intelectualmente, además, sé que es un componente importante de los Ejercicios Espirituales. Si soy lo suficientemente franco el desapego puede ser un lugar bastante escalofriante.

Todo el año pasado mi esposo y yo hemos estado discerniendo futuros pasos luego de quemi esposo complete su diploma de grado. La opción estaba entre relocalizarnos a una o dos ciudades. El proceso de discernimiento fue duro debido a un ritmo de vida diario bastante alocado, lo cual impactó mi habilidad para encontrar quietud en la oración y porque sentíamos que estábamos eligiendo entre dos cosas buenas.

En un punto esta primavera, cerca de ocho meses ya en este proceso de discernimiento, compartí con una amiga que estuve luchando por hallar paz acerca de esta decisión. Le dije, "hemos aprendido todo lo que pudimos acerca de ambas ciudades. Oramos por esto durante meses, y ya no me siento atraída preferencialmente por ninguna de las dos. Es algo que me esta volviendo loca! Porqué Dios no me da la respuesta?" Ella amablemente sonrió y me dijo, "Luchando un poquito con la gracia de la Indiferencia?"

Ahí fue cuando me cayó la ficha. Por meses le pedí a Dios fuerza, iluminación, paz y guía para decidir esto. Poco a poco Dios me trajo hasta un punto donde yo sé que no importa en qué ciudad iba a ocurrir esto, yo estaría en paz. Estaba indiferente con el resultado.

Me quedé quieta un momento tanto con miedo como con alivio, al sentirme bañada con este entendimiento. La elección estaba en nuestras mannos. Habíamos discernido todo lo que pudimos con la ayuda de amigos y directores espirituales. Reunimos cada pieza de información que pudimos acerca de ambas ciudades. Cuando comparamos las ciudades la lista de los pros y las contras sabíamos que iba a funcionar en cualquiera de las ciudades.
Que hace San Ignacio en este punto? Toma una decisión! Actúa! y prueba los frutos de la decisión a lo largo del camino. Así lo que hemos hecho y estamos haciendo, y mientras aun es escalofriante a veces, es vigorizante ser libre de tomar una decisión. Tomar esta decisión nos trajo libertad interior sólo encontrada a través de Dios. Este lugar de la Indiferencia es un lugar lleno de gracia que a pesar del miedo que puede acompañarla, trae profunda paz interior y confianza en Dios.


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sábado, 20 de julio de 2013

31 Días con San Ignacio - 20 de Julio - Contemplacion Ignaciana

31 Días con San Ignacio

Bienvenido a 31 Días con San Ignacio, una celebración de un mes de duración de Espiritualidad Ignaciana. En honor de la fiesta de San Ignacio de Loyola el 31 de Julio, ofreceremos una selección de artículos, Blogs y videos para ayudarte a explorar las riquezas de la Espiritualidad Ignaciana.  




Contemplación Ignaciana. Orar con la imaginación


La oración imaginativa es uno de los pilares de la tradición espiritual ignaciana. En su forma más común, se toma un pasaje de las Escrituras, por lo general uno de los evangelios, y se sumerge en ella con la imaginación utilizando todos los sentidos. Se siente el calor del día, el olor del ganado y las nubes de polvo en el camino, se escuchan las palabras de Jesús, veo sus acciones. Es una forma de comprometerse personalmente el Evangelio, con todas nuestras facultades. Anthony de Mello nos brinda una técnica, para practicar este modo de orar, a través de preguntas.

Contemplación

Es una forma de oración imaginativa, recomendada por San Ignacio de Loyola en sus Ejercicios Espirituales y empleada frecuentemente por muchos santos. 
Consiste en escoger una escena de la vida de Cristo y revivida tomando parte en ella como si ocurriese en el momento presente y tú participases en ese acontecimiento. La manera más eficaz de explicarte cómo se hace es conseguir que tú lo hagas.
Para este sencillo ejercicio voy a escoger un pasaje del Evangelio según San Juan:

“Después de esto, hubo una fiesta de los judíos. y Jesús subió a Jerusalén. Hay en Jerusalén, junto a la Puerta de las Ovejas, una piscina que se llama en hebreo Bezatá con cinco pórticos. En ellos yacían una multitud de enfermos, ciegos, cojos, paralíticos, esperando la agitación del agua. Porque el ángel del Señor bajaba de tiempo en tiempo a la piscina y agitaba el agua; y el primero que se metía después de la agitación del agua quedaba curado de cualquier mal que tuviese. Había allí un hombre que llevaba treinta y ocho años enfermo. Jesús, viéndole tendido y sabiendo que llevaba ya mucho tiempo, le dice: “¿Quieres curarte?» Le responde el enfermo: ¡Señor, no tengo a nadie que me meta en la piscina cuando se agita el agua; y mientras yo voy, otro baja antes que yo! Jesús le dice: «Levántate, toma tu camilla y anda». Y al instante el hombre quedó curado, tomó su camilla y se puso a andar»”.

PASOS A SEGUIR
Pacifícate interiormente, como preparación para la contemplación, haciendo alguno de los ejercicios de concientización... Ahora imagina la piscina llamada Bezatá... los cinco pórticos... la piscina... los alrededores...

Toma el tiempo necesario para imaginar la puesta en escena lo más vivamente que puedas, imagínate a ti mismo viendo el lugar... ¿Qué clase de lugar es? ¿Limpio o sucio? ¿Grande o pequeño?... Observa su arquitectura... Nota el clima...Una vez preparada la composición, haz que toda la escena se llene de vida: contempla las personas que están junto a la piscina... ¿Hay muchas personas?... ¿Qué clase de gentes son?... ¿Cómo van vestidas? ¿Qué hacen?.. ¿Qué tipo de enfermedad padecen?, ¿Qué dicen?.. ¿Qué hacen? 

No basta con que observes la escena desde fuera, como si se tratase de una película o de una obra de teatro... Es necesario que participes en ella... ¿Qué haces tú dentro de la escena?... ¿Por qué has venido a este lugar?... ¿Qué sientes cuando lo contemplas y ves a estas personas?... ¿Qué haces?... ¿Hablas con alguien?.. ¿Con quién?..

Fíjate ahora en el enfermo del que habla el evangelio... ¿Dónde se halla situado entre la multitud?.. ¿Cómo va vestido?.. ¿Está alguien con él?... Acércate y charla con él... ¿Qué le dices o qué le preguntas?... ¿Qué te responde él?... Dedica algún tiempo a recoger el mayor número de detalles sobre su vida y persona... ¿Qué impresión te produce?, ¿Qué sentimientos tienes cuando hablas con él?...

Cuando estás hablando con él, observas por el rabillo del ojo que Jesús ha entrado en este lugar... Mira todas sus acciones y movimientos... ¿A dónde se dirige?.. ¿Cómo se comporta?..¿Cuáles crees que son sus sentimientos?..Camina hacia ti y hacia el hombre enfermo... ¿Qué sientes en estos momentos?.. Te retiras cuando comprendes que desea hablar con el enfermo... ¿Qué dice Jesús a ese hombre?... ¿Qué le responde el enfermo?... Escucha con atención el diálogo completo -introdúcelo en la narración incompleta del evangelio... Detente especialmente en la pregunta de Jesús: “¿Quieres curarte?”...

Presta ahora atención a la orden de Jesús cuando dice al enfermo que se levante y ande... la primera reacción del enfermo... su intento de levantarse... ¡el milagro!... Observa la reacción del hombre...observa las reacciones de Jesús... y las tuyas propias...

Ahora Jesús se vuelve hacia ti... Entra en conversación contigo... Háblale del milagro que acaba de realizarse...¿Sufres de alguna enfermedad?... ¿física, emocional, espiritual?... Habla de ella con Jesús...¿Qué tiene que decirte Jesús?... Escucha lo que te responde: «¿No quieres curarte?» ¿Te das cuenta de lo que significa realmente pedir que te cure? ¿Estás dispuesto a cargar con todas las consecuencias que derivan de una curación?.. 

Acabas de llegar a un momento de gracia... ¿Tienes fe en que Jesús puede curarte y de que quiere curarte?.. ¿Tienes confianza de que así será como resultado de la fe de todo el grupo que está reunido aquí?.. En tal caso, escucha las palabras poderosas que él pronuncia sobre ti para san arte o cómo coloca sus manos en ti... ¿Qué sientes?..¿Estás cierto de que las palabras que has escuchado tendrán un efecto sobre ti, que de hecho han producido ya ese efecto aun cuando tú no percibas nada tangible en este momento?...

Pasa un rato de oración sosegada en compañía de Jesús...No te desanimes si los primeros intentos de este tipo de contemplación no son coronados por el éxito o no te satisfacen como desearías. Sin duda, tendrás mejores resultados en sucesivas veces.
Cuando dirijo esta contemplación en grupo, invito a los miembros del mismo a compartir lo que han experimentado. A veces, incluso, colocamos las manos sobre uno de ellos y oramos por él en nombre de Jesús.

Este tipo de contemplación presenta dificultades teóricas a ciertas personas. Encuentran arduo el sumergirse en un ejercicio que es totalmente irreal. Tienen dificultades especiales con pasajes como el que he seleccionado o con las narraciones de la infancia. No comprenden la significación simbólica profunda (no equivale a irreal) que encierran estas contemplaciones. Están tan enamoradas de la verdad de la historia que pierden la verdad del misterio. La verdad para ellos está sólo en la historia, no en la mística.
Anthony de Mello



Aprendamos entonces a pedirle al Señor que nos revele el mensaje que contiene su palabra, buscando resonancias en nuestra propia experiencia de vida. Ahí esta la clave, inténtalo...

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viernes, 19 de julio de 2013

Tu mano derecha me sostiene

"Tu mano derecha me sostiene" 

Por Maureen McCann Waldron


El Salmo 139, a quien muchos le gusta, es uno de mis favoritos.
Señor, tú me sondeas y me conoces,
tú sabes si me siento o me levanto; 

de lejos percibes lo que pienso, 
Cuando voy leyendo el salmo, siento la invitación de Dios y la intensidad de Dios y su amor personal por nosotros. Parece como que Dios anhela que sepamos cuán apreciados somo en cada momentos de nuestras vidas - y aun antes de nacer.
Recientemente, he tenido una experiencia que le ha dado al Salmo 139 un nuevo poder. Fui con mi hija y su esposo a ver la ecografía del bebé que esperan para principios de Enero.
Miraba como el vientre de mi hija era cubierto con gel y la asistente Mary, deslizó una pequeña varita mágica por su vientre. Comenzaron a aparecer algunas imágenes difusas. Parecía un radar de tormentas. No había nada claro al principio.
Aquí está la columna, nos dijo Mary, apuntando a una hilera de pequeños huesitos blancos.
"todos mis pasos te son familiares. 
Antes que la palabra esté en mi lengua, tú, Señor, la conoces plenamente;" 
A medida que movía esa varita mágica, de repente la habitación se llenó del fuerte sonido del latido del corazón de mi nieto. Vino a mi mente La palabra "asombroso", usada a veces en demasía. Con ese claro y distintivo golpeteo rítmico, caimos en la cuenta nuevamente que el bebé es un ser vivo.
me rodeas por detrás y por delante 
y tienes puesta tu mano sobre mí; 
Tenía certeza de que la mano de Dios estaba puesta sobre este niño a medida que el bebe giró hacia el escáner y Mary dijo: pongámoslo en 3D, de repente de aquellas imágenes espectrales surgió un rostro humano. Este bebé tiene las mejillas rellenitas dijo riendo.
Había una imagen del rostro real en la pantalla con esas entrañables mejillitas. Me volví hacia mi yerno y noté que el bebé ciertamente heredó sus hoyuelos. Me dí cuenta que con esa última imagen, tuve que dejar la silla donde intentaba quedarme juiciosamente en silencio y en un momento estaba parada junto a mi hija, con una mano en su brazo, sorprendida por lo que todos estábamos viendo.
también allí me llevaría tu mano 
y me sostendría tu derecha.
Intercambiamos miradas y regresamos a la menos distintivas imágenes con Mary quien narraba lo que estábamos viendo. Podíamos ver claramente los dedos del bebé moviéndose. A medida que mirábamos, este niño, quien ya era amado antes de nacer, tomo los dedos de sus pies y los llevó hacia su cabeza. Allí, en la oscuridad del vientre de mi hija, con su marido observando todo, su hijo se estaba estirando, bailando, haciendo yoga u otros tipo de danza de la vida.
las tinieblas no serían oscuras para ti 
y la noche sería clara como el día.
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jueves, 18 de julio de 2013

Orando a través del arte

Albrecht Dürer - The Flight into Egypt

Orando a través del arte

Algunas filosofías New Age dicen que los cinco sentidos son la punta del iceberg y que hay realidades mas profundas mas allá de nuestros sentidos corporales. Yo pienso que San Ignacio estaría de acuerdo. De hecho, él enfatiza la importancia de los sentidos físicos y los sentimientos - dones que nos ha dado Dios - para profundizar más en el entendimiento de Dios y esas realidades más profundas por nosotros mismos. Y mientras la oración Ignaciana es más conocida como la oración de la imaginación interior, del ojo de la mente, ésta puede ser tmbién activada por el sentido de la vista, a través del arte.

El Arte hace tiempo ha sido una forma en que la Iglesia ha profundizado en lo divino. Por siglos artistas y escultores han estado a cargo de añadir esta vida divina a grandes catedrales y parroquias. El Vaticano alberga miles de obras de arte en sus museos, que son visitados por millones de personas cada año.

Cual es el asunto aqui? En un sentido, el arte puede desbloquear los profundos secretos del corazón. A pesar de que una pintura estimula el sentido externo de la vista, hay algo en una pintura que de alguna forma nos toca en una parte íntima también.

Una vez tuve un grupo de estudiantes universitarios meditando en una pintura de Albrecht Durer, del viaje de la Sagrada Familia a Egipto. Que vieron en la pintura? Uno notó la intencionalidad del estribo del burro. Otro fuè tocado por la calma de José mirando a María y a Jesús bebé. La ropa de María está arrugada como en una aparente brisa, aunque el bebe está durmiendo. La pequeña fmilia parece en calma, pero hay un silencioso sentido de temor por la vida del niño.

Tal meditación puede ser una experiencia poderosa.

Aristóteles pensaba que una imagen o un color percibido por el sentido de la vista nos cambia físicamente. Hay algo de la imagen que se convierte en parte de nosotros. Probablemente él estaba en algo más profundo! 

Cualquiera sea la pintura, aún si es abstracta, orar a través del arte nos ofrece una oportunidad de reflexionar en diferentes temas, notar nuestros sentimientos, y profundizar más en la divinidad.
Andy Otto

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miércoles, 17 de julio de 2013

El significado de la Indiferencia

31 Días con San Ignacio

Bienvenido a 31 Días con San Ignacio, una celebración de un mes de duración de Espiritualidad Ignaciana. En honor de la fiesta de San Ignacio de Loyola el 31 de Julio, ofreceremos una selección de artículos, Blogs y videos para ayudarte a explorar las riquezas de la Espiritualidad Ignaciana.  






El significado de la Indiferencia

Ignacio nos insta a buscar la libertad del desapego o indiferencia. Ninguna de estas palabras tiene un peso en el lenguaje o la cultura de hoy. Ambas expresiones suenan frías e indiferentes, lo que está lejos del espíritu con el que Ignacio las ha utilizado. Una palabra más adecuada podría ser el equilibrio.  

En su Principio y Fundamento, Ignacio habla sobre "la utilización de esas cosas que ayudan a acercarnos a Dios y dejando de lado aquellas cosas que no lo hacen."

Al principio esta idea me parecía más bien como la noción de explotación de la tierra y sus recursos, como si la totalidad de la creación sólo estaba ahí para nosotros, para seleccionar las porciones que parecen servir a nuestro propósito. 


Aun no me hacía la idea, hasta que un día cuando yo estaba sentada en un banco en un patio tranquilo, soleado, mirando un arbusto fucsia. Fue a finales de agosto, y las abejas estaban constantemente visitando el arbusto. Ellas aterrizaban suavemente en esas flores que se abrían totalmente para recibirlos. 


No hicieron ningún intento de entrar en una flor cerrada o para obligar a los pétalos de ninguna manera. Cuando se encontraron con una flor abierta, se deslizaron en sus profundidades para extraer el néctar. Al hacer esto, por supuesto, también llevaban el polen de flor en flor, un arbusto a otro, asegurando así la fecundidad de la especie.



Mientras las observaba, me di cuenta de que aunque las abejas eligieron las flores fucsia, sin tener en cuenta las demás plantas que crecen en el patio, otros insectos fueron en busca de su alimento de diferentes fuentes. Observé la elección de lo que era correcto para ellas, no sólo el recibir su propio alimento sino al mismo tiempo, jugando un papel esencial en la fecundidad de su entorno. Y elegir una planta en lugar de otra, no era de ninguna manera rechazar o denigrar a los demás. 

El secreto de esta vida armoniosa y cooperativa parecía estar en cada criatura, de ser fiel a su propia naturaleza esencial. Cada uno obtuvo de esa fuente lo que necesitaba para la supervivencia y el crecimiento, esto era lo correcto para ellas, y lo hicieron sin sufrir daños ellas o generar daños a las flores. De hecho, después de cada encuentro, tanto de insectos y flores se quedaron en un estado más rico que antes: el insecto había sido alimentado y la flor había sido polinizada.
 
He encontrado que esta imagen es un ejemplo muy claro de lo que podría significar "hacer uso de lo que lleva a la vida" y dejar de lado lo que, para cada individuo, no conduce a la vida. Era un tipo verdaderamente creativo de "indiferencia." 


Me ayudó a entender a lo que Dios nos llama ser cuando nos pide que dejemos ir nuestros apegos. Las abejas, me di cuenta, no hicieron ningún intento de "poseer" las flores, ni las flores tratar de atrapar y retener a las abejas. Este fue un intercambio perfectamente libre, satisfacer las necesidades de las abejas, del arbusto y el círculo más amplio de la creación a su alrededor.
 
 
Extracto de la "brújula interior" de Margaret Silf.



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martes, 16 de julio de 2013

Como saber si una elección es la correcta

Como saber si una elección es la correcta


Hubo una regla no dicha, para el discernimiento, prevalente en la iglesia los años previos al Vaticano II que decía: entre dos opciones, la decisión mas difícil de aceptar era la decisión a seguir, dado que ésta, estaba mas de acuerdo con la voluntad de Dios.

La idea de que deberíamos esperar sentirnos felices en esta vida paraece inverosímil verdad?

y aún asi, en las reglas del discernimiento de espíritus propuesta por Ignacio de Loyola en los Ejercicios Espirituales, leemos: "para aquellas personas que van intensamente purgando sus pecados, y en el servicio de Dios nuestro Seńor de bien en mejor subiendo"

"Es propio del buen espíritu dar ánimo y fuerzas, consolaciones, lágrimas, inspiraciones y quietud, facilitando y quitando todos impedimentos, para que en el bien obrar proceda adelante". EE315

San Ignacio está convencido de que aquellos que conocen lo que le agrada a Dios y actúan de acuerdo con ello, serán bendecidos. E Ignacio nos habla desde su experiencia - la suya y la de otros - y no desde teoremas.

De acuerdo con este postulado ignaciano, si estamos intentando vivir una vida de acuerdo al beneplácito de Dios, el mejor criterio para decidir si una experiencia, elección o una forma de actuar es de Dios o no es de Dios es preguntarnos si nos sentimos bendecidos, en el sentido de tener mayor coraje y fortaleza, consolaciones, lágrimas, inspiraciones y paz. Esta regla hace eco en las palabras de Pablo a los Gálatas, basado en sus propias experiencias: "El fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, generosidad, fe, caballerosidad y auto-control (5, 22-23)

De hecho, en la misma recla San Ignacio nota que "propio es del mal espíritu morder, tristar y poner impedimentos, inquietando con falsas razones para que no pase adelante;"

Por lo tanto aquella regla predominante en el Vaticano II es al menos cuestionable.


Extraído de: "El deseo apasionado de Dios" - William A. Barry, SJ.



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lunes, 15 de julio de 2013

Palabras y pensamientos?


31 Días con San Ignacio

Bienvenido a 31 Días con San Ignacio, una celebración de un mes de duración de Espiritualidad Ignaciana. En honor de la fiesta de San Ignacio de Loyola el 31 de Julio, ofreceremos una selección de artículos, Blogs y videos para ayudarte a explorar las riquezas de la Espiritualidad Ignaciana.  



Palabras y pensamientos?

por Tim Muldoon

Al entrar en un retiro en silencio anual con los estudiantes, soy consciente de cuán grande es el don del silencio. Pensamos demasiado, hablamos demasiado. Discutimos sobre los conceptos de Dios, usamos palabras que limitan a Dios. Para modificar un poco una famosa frase del Maestro Eckhart

"Ruego a Dios que nos libre de todas estas palabras y pensamientos acerca de Dios!"

El pensamiento es realmente una manera bastante terrible de encontrar a Dios. Las palabras son aún peor. Yo vuelvo una y otra vez a una profunda intuición de Ignacio: Sentir, saborear a Dios es lo que estamos buscando. Hay que probar el pan de la Eucaristía. Tenemos que sentir las manos de costras al leproso, la profunda frescura del olor de la piel de un bebé, escuchar el viento entre los árboles, quedar asombrado por la vista del martín pescador.

Las palabras y pensamientos son para ayudar a los demás a experimentar a Dios, eliminando sus obstáculos hacia Dios. Con demasiada frecuencia nos palmeamos en la espalda por nuestras palabras y pensamientos, es más: le damos grados, títulos, honores a aquellos que saben usar bien las palabras. Nos acostumbramos a pensar en nuestro intelecto como herramientas que lo solucionan todo, incluyendo a Dios. (Es por eso que el ateísmo es un fenómeno moderno, ya que sólo en la modernidad la gente comienza a concebir su inteligencia de forma desordenada.)

Las palabras y los pensamientos son regalos, producciones artísticas. Debemos considerar más como algo que hacemos enamorados, en lugar de analizarlos como objetos que producimos. Hoy en día, usamos las palabras y pensamientos para conquistar el mundo. Debemos más bien utilizarlos para servir al mundo, para ofrecerlos al mundo, enamorados. Al concebir un pensamiento, me alegro de que Dios me ha dado una mente. Cuando pronuncio una palabra, me alegro de que a través del habla esta palabra podría acercar a otro a la verdad.

"Señor, abre mis labios y mi boca proclamará tu alabanza." (Sal 51:15)



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