viernes, 20 de julio de 2012

31 Días con San Ignacio - 20 de Julio - Contemplacion Ignaciana. Orar con la imaginacion


31 Días con San Ignacio

Bienvenido a 31 Días con San Ignacio, una celebración de un mes de duración de Espiritualidad Ignaciana. En honor de la fiesta de San Ignacio de Loyola el 31 de Julio, ofreceremos una selección de artículos, Blogs y videos para ayudarte a explorar las riquezas de la Espiritualidad Ignaciana.  







Contemplación Ignaciana. Orar con la imaginación


La oración imaginativa es uno de los pilares de la tradición espiritual ignaciana. En su forma más común, se toma un pasaje de las Escrituras, por lo general uno de los evangelios, y se sumerge en ella con la imaginación utilizando todos los sentidos. Se siente el calor del día, el olor del ganado y las nubes de polvo en el camino, se escuchan las palabras de Jesús, veo sus acciones. Es una forma de comprometerse personalmente el Evangelio, con todas nuestras facultades. Anthony de Mello nos brinda una técnica, para practicar este modo de orar, a través de preguntas.

Contemplación

Es una forma de oración imaginativa, recomendada por San Ignacio de Loyola en sus Ejercicios Espirituales y empleada frecuentemente por muchos santos. 
Consiste en escoger una escena de la vida de Cristo y revivida tomando parte en ella como si ocurriese en el momento presente y tú participases en ese acontecimiento. La manera más eficaz de explicarte cómo se hace es conseguir que tú lo hagas.
Para este sencillo ejercicio voy a escoger un pasaje del Evangelio según San Juan:

“Después de esto, hubo una fiesta de los judíos. y Jesús subió a Jerusalén. Hay en Jerusalén, junto a la Puerta de las Ovejas, una piscina que se llama en hebreo Bezatá con cinco pórticos. En ellos yacían una multitud de enfermos, ciegos, cojos, paralíticos, esperando la agitación del agua. Porque el ángel del Señor bajaba de tiempo en tiempo a la piscina y agitaba el agua; y el primero que se metía después de la agitación del agua quedaba curado de cualquier mal que tuviese. Había allí un hombre que llevaba treinta y ocho años enfermo. Jesús, viéndole tendido y sabiendo que llevaba ya mucho tiempo, le dice: “¿Quieres curarte?» Le responde el enfermo: ¡Señor, no tengo a nadie que me meta en la piscina cuando se agita el agua; y mientras yo voy, otro baja antes que yo! Jesús le dice: «Levántate, toma tu camilla y anda». Y al instante el hombre quedó curado, tomó su camilla y se puso a andar»”.

Pacifícate interiormente, como preparación para la contemplación, haciendo alguno de los ejercicios de concientización... Ahora imagina la piscina llamada Bezatá... los cinco pórticos... la piscina... los alrededores...

Toma el tiempo necesario para imaginar la puesta en escena lo más vivamente que puedas, imagínate a ti mismo viendo el lugar... ¿Qué clase de lugar es? ¿Limpio o sucio? ¿Grande o pequeño?... Observa su arquitectura... Nota el clima...Una vez preparada la composición, haz que toda la escena se llene de vida: contempla las personas que están junto a la piscina... ¿Hay muchas personas?... ¿Qué clase de gentes son?... ¿Cómo van vestidas? ¿Qué hacen?.. ¿Qué tipo de enfermedad padecen?, ¿Qué dicen?.. ¿Qué hacen? 

No basta con que observes la escena desde fuera, como si se tratase de una película o de una obra de teatro... Es necesario que participes en ella... ¿Qué haces tú dentro de la escena?... ¿Por qué has venido a este lugar?... ¿Qué sientes cuando lo contemplas y ves a estas personas?... ¿Qué haces?... ¿Hablas con alguien?.. ¿Con quién?..

Fíjate ahora en el enfermo del que habla el evangelio... ¿Dónde se halla situado entre la multitud?.. ¿Cómo va vestido?.. ¿Está alguien con él?... Acércate y charla con él... ¿Qué le dices o qué le preguntas?... ¿Qué te responde él?... Dedica algún tiempo a recoger el mayor número de detalles sobre su vida y persona... ¿Qué impresión te produce?, ¿Qué sentimientos tienes cuando hablas con él?...

Cuando estás hablando con él, observas por el rabillo del ojo que Jesús ha entrado en este lugar... Mira todas sus acciones y movimientos... ¿A dónde se dirige?.. ¿Cómo se comporta?..¿Cuáles crees que son sus sentimientos?..Camina hacia ti y hacia el hombre enfermo... ¿Qué sientes en estos momentos?.. Te retiras cuando comprendes que desea hablar con el enfermo... ¿Qué dice Jesús a ese hombre?... ¿Qué le responde el enfermo?... Escucha con atención el diálogo completo -introdúcelo en la narración incompleta del evangelio... Detente especialmente en la pregunta de Jesús: “¿Quieres curarte?”...

Presta ahora atención a la orden de Jesús cuando dice al enfermo que se levante y ande... la primera reacción del enfermo... su intento de levantarse... ¡el milagro!... Observa la reacción del hombre...observa las reacciones de Jesús... y las tuyas propias...

Ahora Jesús se vuelve hacia ti... Entra en conversación contigo... Háblale del milagro que acaba de realizarse...¿Sufres de alguna enfermedad?... ¿física, emocional, espiritual?... Habla de ella con Jesús...¿Qué tiene que decirte Jesús?... Escucha lo que te responde: «¿No quieres curarte?» ¿Te das cuenta de lo que significa realmente pedir que te cure? ¿Estás dispuesto a cargar con todas las consecuencias que derivan de una curación?.. 

Acabas de llegar a un momento de gracia... ¿Tienes fe en que Jesús puede curarte y de que quiere curarte?.. ¿Tienes confianza de que así será como resultado de la fe de todo el grupo que está reunido aquí?.. En tal caso, escucha las palabras poderosas que él pronuncia sobre ti para san arte o cómo coloca sus manos en ti... ¿Qué sientes?..¿Estás cierto de que las palabras que has escuchado tendrán un efecto sobre ti, que de hecho han producido ya ese efecto aun cuando tú no percibas nada tangible en este momento?...

Pasa un rato de oración sosegada en compañía de Jesús...No te desanimes si los primeros intentos de este tipo de contemplación no son coronados por el éxito o no te satisfacen como desearías. Sin duda, tendrás mejores resultados en sucesivas veces.
Cuando dirijo esta contemplación en grupo, invito a los miembros del mismo a compartir lo que han experimentado. A veces, incluso, colocamos las manos sobre uno de ellos y oramos por él en nombre de Jesús.

Este tipo de contemplación presenta dificultades teóricas a ciertas personas. Encuentran arduo el sumergirse en un ejercicio que es totalmente irreal. Tienen dificultades especiales con pasajes como el que he seleccionado o con las narraciones de la infancia. No comprenden la significación simbólica profunda (no equivale a irreal) que encierran estas contemplaciones. Están tan enamoradas de la verdad de la historia que pierden la verdad del misterio. La verdad para ellos está sólo en la historia, no en la mística.
Anthony de Mello

Aprendamos entonces a pedirle al Señor que nos revele el mensaje que contiene su palabra, buscando resonancias en nuestra propia experiencia de vida. Ahí esta la clave, inténtalo...











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